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¡Descubre cómo se desarrolla una sesión de Biodanza!
- 05/03/2024
- Publicado por: marycarmen.garcia
- Categoría: Uncategorized
Biodanza es un sistema que combina movimientos, música y encuentros para fomentar la conexión con uno mismo, con los demás y con el todo. Pero, ¿cómo se desarrolla exactamente una sesión de Biodanza?, es una pregunta que se hacen muchas personas cuando van por primera vez a una sesión, por lo que decidimos contarte a detalle cómo es el desarrollo de una clase para que la vivas con mayor confianza y armonía.
Una sesión de biodanza se compone de dos momentos importantes que abarcan en su totalidad de 1:30 a 2:00 horas de duración aproximadamente, que buscan un equilibrio entre la expresión verbal y lo vivencial.
Relato de Vivencia
Antes de sumergirnos en el movimiento y la música, es esencial que los participantes tengan un espacio para conectarse desde la palabra emocionada, esta etapa suele ser un momento de acogida, de calidez, donde cada uno tiene su momento (si así lo desea) para expresar verbalmente cómo llega a la sesión, si hay nuevos miembros en el grupo, éste es el momento de presentarse, compartir nombres y expectativas que se traen a la sesión.
Es este un espacio sagrado donde se promueve un ambiente de escucha activa. Los participantes tienen la oportunidad de compartir cómo se sienten ese día, con qué emociones llegan a la vivencia, contar cómo les fue en sesiones pasadas, situaciones de su vida, o cualquier otro aspecto que deseen expresar. La propuesta es referirse exclusivamente a las vivencias personales, sin hablar de los otros. Además, es importante aclarar que Biodanza no es un grupo terapéutico por tanto no se busca dar soluciones, juzgar, ni interpretar las historias o las vivencias de cada participante, sino simplemente escuchar y ser escuchados como seres humanos.
A la vez, los facilitadores comparten la intención del día, el propósito o explican al grupo el tema de la sesión, abordando en muchas ocasiones aspectos teóricos del sistema de Biodanza. Cada sesión puede tratarse de un tema específico como “el bienestar en movimiento”, “despertar la alegría de vivir”, “los cuatro elementos”, o cualquier otro que el facilitador considere pertinente según las necesidades detectadas en los participantes.
La ronda en movimiento
En este momento la música, el movimiento y el contacto humano se entrelazan para crear experiencias transformadoras, un espacio donde la palabra hablada deja de estar presente para darle la bienvenida a la comunicación mediante la expresión corporal. Es decir, en la vivencia no hablamos. Esto tiene su razón de ser en que así podemos estimular la expresión de las emociones y el rescate de los instintos.
En una sesión de Biodanza se desarrollan aproximadamente de 9 a 13 ejercicios, según el nivel que tenga el grupo (inicial, intermedio o avanzado). Durante la sesión vivenciamos ejercicios adrenérgicos que buscan activarnos y estimularnos con movimientos vigorosos y vitales. Estos ejercicios pueden ayudar a liberar tensiones y a revitalizarnos. Hay otro momento más colinérgico, donde los ejercicios son más suaves, lentos y relajantes, que buscan promover una sensación de calma, introspección y conexión con la totalidad. Estos ejercicios pueden ayudar a reducir el estrés, fomentar la introspección y facilitar la conexión con uno mismo y con el todo.
Comenzamos esta sesión vivencial con nuestra ceremonia: la ronda, donde todos somos iguales, no hay jerarquías, nadie es más o menos que el otro, es un llamado a recordar que somos unidad, que todos somos uno. En la ronda de inicio los participantes se saludan, se conectan, entran en movimiento y en la musicalidad. Esta ronda representa un útero contenedor en donde las personas pueden entregarse y expresar sus emociones con libertad y plena confianza, un espacio que aprovechamos para saludarnos con la mirada y darnos la bienvenida.
En esta primera parte hay mucha presencia, identidad, donde la música es utilizada para ir despertando progresivamente todo el organismo, también se proponen ejercicios que le permiten al participante reaprender esa postura natural al caminar, ejercicios que buscan fomentar la cohesión grupal, donde se pueden incluir, caminar por el espacio, miradas, danzas a dos, actividades lúdicas, entre otros.
Mientras va avanzando la sesión se van proponiendo ejercicios de mayor intimidad con uno mismo, de profunda conexión con las emociones, el sentir y también con el otro y con el todo. Las vivencias propuestas van a depender del tema de la sesión.
Finalizamos en ronda nuevamente, celebrando el tiempo compartido, los vínculos que se van tejiendo, las miradas, las manos entrelazadas, sellando como grupo las vivencias únicas que quedan en el corazón de cada biodanzante.
La Biodanza es una propuesta que invita a reconectar con la esencia de la vida, a través del movimiento y el encuentro auténtico con el otro, no es bailoterapia, no son pasos aprendidos, es una propuesta de movimiento pleno de sentido. Cada sesión es una oportunidad para profundizar en esta conexión y descubrir nuevas facetas de uno mismo y del grupo.
¡Anímate a biodanzar!
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